Tengan como eje fundamental de su trabajo social la práctica deportiva (entrenamiento y competencia).

Trabajen sobre una problemática social concreta.

Sean llevados a cabo por una entidad intermedia o un grupo de base con inserción permanente en el medio, idealmente con al menos dos años de funcionamiento.

Cuyos programas sean sostenibles y generen procesos de aprendizaje y conocimiento en las comunidades, permitiendo que los resultados de los mismos perduren y se potencien con el tiempo.

Estén inscriptos bajo la normativa jurídico-legal argentina, en cualquiera de las formas que la ley tiene prevista para las organizaciones sin fines de lucro (asociaciones civiles, fundaciones, cooperadoras, cooperativas, mutuales, etc.)

Proyectos que promuevan un deporte en particular para aumentar la participación en el mismo.

Búsqueda y desarrollo de talentos deportivos.

Proyectos deportivos cuyos destinatarios no estén en riesgo social, o que no trabajen para solucionar una problemática social determinada.

Atletas individuales o equipos que sean profesionales.

Infraestructura. Los fondos donados por la Fundación deben usarse para apoyo y financiamiento de las actividades actuales del proyecto, no para infraestructura.

Eventos. La Fundación no apoya proyectos que simplemente sean la organización de un evento o repetidos eventos.